C2 - Posarquitectos
[ Este ensayo es el prólogo de la narracion "C3 - Roce". Pretende problematizar la arquitectura para proponer un nuevo paradigma sobre el que se construye esta narración. Empieza reflexionando, en el contexto contemporáneo, sobre la concepción de arquitectura, el papel del arquitecto y contradicciones en el proceso de aprendizaje de la arquitectura. Acaba explicando el trasfondo en el que se basan gran parte de los contenidos de la narración. ]
En este posmoderno contexto contemporáneo se están dando diversos debates sobre significados y significantes. Se ha creído necesario albergar más complejidad al término arquitectura. Para entender la concepción actual, eredada del modernismo, escuchemos al famoso arquitecto Le Corbusier. Fue conocido por ser uno de los arquitectos más influyentes del movimiento racionalista. No era conocido solamente por sus edificios sino también por sus contribuciones a la discusión teórica de la arquitectura. Solía definir esta como cualquier espacio bajo las normas de la perspectiva. Observando de cerca esta descripción, des de un punto de vista semiótico, vemos qué parte de la arquitectura refuerza: la visual, o la imagen. Este foco en la imagen, también presente en la arquitectura practicada ahora, responde a la necesidad de un poder centralizado de juzgar simplificadamente la realidad. La correlación entre este poder y la sociedad se discutirá más adelante.
Una de las consecuencias de esta simplificación visual ha sido discutida por Pallamaa explicando que la percepción no es solamente visual sino sensorial. En este punto me gustaría argumentar otra consecuencia, la omisión de la dimensión social. No quiero enfocar la función social de una arquitectura dada, sino la función social de realizar esta arquitectura. Entender el edificio ya no como una forma dada sino como un proceso.
Durante el Renacimiento fue descubierta la técnica de representación perspectiva y se desarrollaron diversos conocimientos académicos en técnicas de construcción*. Esto permitió resolver el debate sobre la forma omitiendo el proceso de construcción. Desde entonces hasta la Modernidad, este debate se ha ido separando más y más de la esfera pública para acabar siendo totalmente extraído del pueblo. Ha terminado por negarse el proceso detrás de una forma dada. Debido a las dinámicas de crecimiento del capitalismo este alienado debate ha llevado a lógicas que actúan en contra del medioambiente y de la misma población. Tal y como argumenta Tarinski; los únicos capaces de encontrar lógicas que sean respetuosas medioambiental y socialmente son aquellos que están directamente confrontados con la cuestión, es decir, el pueblo. Esto es por lo que se cree oportuno restaurar el debate el la sociedad civil, democratizarlo.
Arquitectura: proceso social creador de espacios bajo las leyes del habitar.
En esta definición arquitectura se presenta como un proceso y no como un objecto o espacio. Este proceso es significativo cuando implica el acto de crear, en cualquier contexto o significado. A pesar de tener una intención previa, la arquitectura cobra significado cuando alguien la habita, con toda su complejidad. Entendiendo el acto de habitar como el significante de la arquitectura podemos entender esta también ha sido vivida durante todo el proceso de construcción. Esto significa que la arquitectura no se hace solamente para vivir, la arquitectura es hecha por la vida misma.
Alcanzado tal nivel de complejidad es casi imposible encajar la idea de arquitecto en este. Hay una paradoja entre la profesión y el profesional. Hagamos una analogía para ejemplificarla. Podemos entender que una pintura es creada por un pintor, pero no podemos entender, en los términos que estamos utilizando, que la arquitectura es creada por un arquitecto. Esta arquitectura como proceso involucra un amplio rango de personas de diversas profesiones y estratos sociales. Además que no podemos saber cuando empieza y cuando acaba. De esta paradoja surgen dos cuestiones. ¿Quién es el tal conocido arquitecto? ¿Quien debería ser el arquitecto?
Desde una comprensión canónica de la arquitectura el arquitecto es la persona que controla des del diseño hasta la construcción de un edificio. Durante el proceso de alienación descrito anteriormente, el poder de construcción se ha ido concentrando en pocas manos. Este poder, entendido como capacidad económica y material, es ahora ejercido por grandes empresas o instituciones a la sociedad a través de los arquitectos. En esta construcción hayamos una falacia en como los arquitectos son entendidos. Volviendo a la analogía anterior, el pintor ejerce el poder de crear la pintura mientras que el arquitecto no, solamente lo cataliza, siendo esto una pequeña parte del poder.
¿Si queremos democratizar la arquitectura, es decir, retornando el poder de construir al pueblo, donde deberían posicionarse los arquitectos? Sabemos que la profesión de arquitecto, vista ahora como un conjunto de conocimientos, fue específicamente diseñada para el proceso que describíamos anteriormente. Una importante concentración del poder de construcción es ejercida a la sociedad. Aun así, este grupo de conocimientos tiene un valor por si mismo y puede ser estratégicamente redireccionado. La persona que los tiene puede trabajar en un contexto social diferente. Estamos viendo ahora diversos ejemplos de estudios - cooperativa** trabajando cerca de la realidad social junto con otras profesiones como sociólogos, antropólogos, geógrafos o psicólogos. La parte interesante de este acercamiento es que, debido a esta proximidad con un cierto proceso social, devienen parte de este proceso social. Este es un retorno directo del conocimiento de la arquitectura a la sociedad civil. Siendo el arquitecto en parte profesional y en parte ciudadano. Me gustaría proponer ahora un nuevo significante para este concepto:
Pos-arquitecto: persona que ejerce el poder de catalizar la arquitectura sinedo parte de ella como ciudadano.
En el significado de arquitectura ya hay un debate constante. Es normal, entonce, no saber exactamente la definición. Por eso se halló un significante apropiado. De todas maneras, no hay mucho debate en la concepción de arquitecto. Esto es por lo cual he creído necesario añadir el prefijo “post”. Aclarar que se aparta de la concepción histórica de la concepción aunque proviene de esta. Finalmente, he creído importante incluir el antiguo significante “arquitecto” para mostrar que puede tener otro significado.
Ahora tenemos que confrontar un reto final. Como debería ser el proceso de aprendizaje para devenir un pos-arquitecto? Sabemos que prácticamente todos los conocimientos adquiridos en la escuela de arquitectura pueden ser útiles en este nuevo contexto. Gran parte de este proceso de aprendizaje se hace a través de trabajos semi-prácticos. Se desarrollan proyectos hipotéticamente como si se fuese arquitecto, el conocido taller. Esta emulación de la profesión tiene mucho que ver con la manera en que nos proyectamos en esta. Con el fin de modificar esta proyección es necesario entrar en contacto directo con la sociedad y verse inscrito en esta arquitectura como proceso. Solamente la gente puede ayudar a crear este nuevo imaginario. Los talleres deberían pasar a formar parte de procesos sociales existentes. Estudiantes, profesores y ciudadanos trabajando juntos.
Esta transformación del modelo educativo debe acompañarse de un amplio debate sobre la escuela como institución. Este no se abordará aquí ya que el contexto en el que este debate debe suceder son singulares en cada caso. Esto diluye la voluntad de dar soluciones generalizadas. De todas maneras, me gustaría exponer tres temas que creo importantes: la relación de la escuela con su contexto urbano (promover un intercambio positivo), la jerarquía educativa (problematizar la figura de profesor y de alumno) y la manera en que la vida pasa en la escuela (involucrar espacios de creación y cura, hacerla humana).
Este acercamiento al proceso de aprendizaje plantea otro problema. El acto de diseñar ya no es algo finito. Hemos visto en procesos creativos que incluyen al usuario (proyectos participativos), como el diseño es discutido por la gente y cambia muchas veces, incluso durante la ejecución y la vida útil. Aunque el pos-arquitecto tiene una gran influencia, no solamente por su autoridad legal sino también por la confianza de los demás, el diseño no la idea de alguien específico. Puede que este diseño se distancie de altos debates conceptuales de la arquitectura pero, por el valor que le ha dado la gente, es más rico y funcional que un diseño dado por un arquitecto que no participa del contexto.
Hallamos aquí una nueva moralidad hacia la voluntad de diseñar un espacio. ¿Quién somos nosotros para definir como debe vivir la gente? Si llevamos esta declaración hasta el extremo en que negamos el diseñar sin formar parte de un proceso, creo que gran parte del conocimiento en arquitectura se perderá. Ser capaz de diseñar teóricamente tiene la gran ventaja poder teorizar sobre ello. Esto permite adelantar cuestiones a la realidad o explorar otros paradigmas. Hagamos una pequeña revisión de esta declaración para liberar la voluntad de diseñar de su contradicción moral. En vez de decir que queremos definir como la gente debería vivir, digamos que queremos idear como la gente podría vivir. De esta manera incluso liberamos el pensamiento de la arquitectura de la emular ser un arquitecto. Ahora podemos emular ser una sociedad entere, o un simple ciudadano, y proyectar su voluntad de construir la ciudad del futuro. Con la combinación de contexto real e ideación teórica, los pos-arquitectos pueden crecer.
El trabajo que prosigue es una ficción sobre el futuro de una parte de la ciudad de Atenas. El aeropuerto abandonado de Ellenikó. Esta narración se inspira en el libro Beaubourg, una utopía subterránea (La soi-disante utopie du Centre Beaubourg) escrita por Albert Meister en 1976. La historia sucede durante el París de los 70’s. Se describe la evolución de una sociedad underground en 57 plantas subterráneas debajo del centro cultural George Pompidou. Esta parte del centro es un espacio de libre creación cultural gestionado por una asamblea general. La narración explica como la gente se libera de dinámicas heredadas de la sociedad de consumo a través del habitar colectivamente. Se deconstruyen términos como educación, sexualidad, moda, comida, familia, casa, trabajo y otros.
El objetivo no es transponer los hechos del Beaubourg a Ellenikó, pero imaginar como podrían pasar allí. Este trabajo también se inspira en dos otros libros. A pattern language, escrito por Christopher Alexander en 1977. En este libro explora cuales deberían ser las lógicas en las que construir la ciudad para hacerla democrática. Por otra parte, el libro Direct democracy: context, society, individuality escrito por Yavor Tarinski en 2019. Él habla en un nivel teórico clarificando el concepto de democracia directa y explora como funcionaria una sociedad así.
La narración se explicará des del punto de vista de un joven estudiante de arquitectura que explora el aeropuerto. Tomará lugar en 2044, en 25 años. El texto se combinará con representaciones como fotografías, bocetos, planos, maquetas y collages para profundizar en el imaginario. De todas maneras, casa capítulo tendrá un proceso creativo diferente que se verá reflejado en el material producido.
Elias Casanovas Adrián
Atenas, Grecia
06 - 11 - 2019
- El 30 de julio de 1420 Brunelleschi elabora el Documento de 1420. En este se determinaba el programa constructivo de la cúpula de Santa Maria del Fiore y el maestro de obras, por primera vez, asume la responsabilidad de la obra.
- En esta década han aparecido en Barcelona estudios cooperativos como La Col, Col·lectiu punt 6, Raons Públiques, Cíclica, ArqBag y otros. El mismo proceso sucede en otras ciudades metropolitanas de Europa.
BIBLIOGRAFIA:
Fanelli, Giovanni & Fanelli, Michele (2004). La Cúpula de Brunelleschi. Historia y futuro de una grande estructura. Florencia: Mandragora.
Foucault, Michel (1975). Vigilar y castigar. Madrid: Siglo veintiuno ediciones.
Foucault, Michel & Chomsky, Noam (1971). La naturaleza humana: justicia versus poder. Madrid [Louvaine]: Katz.
LA COL & CIUTAT INVISIBLE (2018): Habitar en comunidad. Barcelona: Fundació Arquia.
Pallasmaa, Juhani (1996). Los ojos de la piel. Barcelona [Helsinky]: Gustavo Gili
Meister, Albert (1976). La soi-disante utopie du Centre Beaubourg. Paris: Burozoïque.
Sudjic, Deyan (2005). The edifice complex: The architecture of power. London: Ariel. -
Chapter 1: Why do we construct (pp. 5-14).
Tarinksi, Yavor (2019): Direct democracy: context, society, individuality. Ireland: Durty Books.
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